August / 11

Arribo del Buque Symmetry y fundación de la Colonia Monte Grande

Alina Silveira
(Universidad Nacional de Quilmes / Universidad de Buenos Aires)

El 11 de agosto de 1825 arribó el buque Symmetry a Buenos Aires que traía un contingente de colonos escoceses e ingleses. Reclutados por los comerciantes escoceses John y William Parish Robertson, fueron el primer grupo de familias organizadas en emigrar al país para establecer una colonia agrícola.

Desde 1810 los sucesivos gobiernos revolucionarios se plantearon la necesidad de fomentar la inmigración. Sin embargo, las guerras por la independencia y los conflictos internos imposibilitaron la ejecución de planes sistemáticos. Aquellos años de inestabilidad política y económica no generaron un clima propicio para posibles migrantes.

Imagen 1: El Buque Symmetry / Fuente: Acuarela realizada por el arquitecto Richard Adams, 1825. La acuarela actualmente es propiedad de Nancy Blanchard (sobrina nieta de Cecilia Grierson).

Esto cambió en 1820 bajo el gobierno de Martín Rodríguez y su ministro Rivadavia, cuando emergió en Buenos Aires un poder estable y modernizante que impulsó el crecimiento económico y diseñó una política migratoria que generó grandes expectativas en el mercado mundial. Especialmente en Gran Bretaña los avances de la primera revolución industrial empujaron a aventureros comerciantes a buscar nuevos mercados y oportunidades en las antiguas colonias españolas. En 1824 se creó la Comisión de Inmigración, integrada entre otros por los hermanos Robertson, la cual fomentó la instalación de colonias agrícolas y mineras.

El 2 de febrero de 1825 se firmó un Tratado de Amistad, Navegación y Libre Comercio con Gran Bretaña, donde aquella reconocía la soberanía de las autoridades políticas de Buenos Aires y esta reconoció a los súbditos británicos derechos civiles y comerciales así como libertad de culto. En este contexto varias empresas colonizadoras se proyectaron, pero solo la colonia organizada por los hermanos Robertson ubicada en el actual Partido de Esteban Echeverría (provincia de Buenos Aires) logró instalarse con éxito.

Imagen 2: Libro de Registro de Entrada Marítima de Pasajeros
(enero 1825 a diciembre de 1827) / Fuente: Archivo General de la Nación, 1825

La colonia de los hermanos Robertson se pobló de familias, hombres y mujeres solteros/as y niños. Estos eran granjeros, labradores, lecheras y artesanos y había también un jardinero, un médico, un arquitecto, un clérigo y un maestro. Los granjeros trajeron consigo herramientas y bienes esenciales (desde cubiertos y vajilla a armas y jabones).

En Monte Grande los esperaba una tierra cubierta de cardos y unas pocas chozas. En el trascurso de cuatro años desmalezaron la tierra, la cercaron y cultivaron, construyeron casas de cemento con ladrillos fabricados en la misma colonia, adquirieron caballos para el arado, vacas para producir lácteos y ovejas para la lana, plantaron cientos de árboles frutales, construyeron una carpintería, un taller de herrería, un granero y un molino. La manteca y crema producidas en la colonia proveían casi en forma exclusiva a la ciudad y pueblos circundantes. En 1828 en la colonia vivían más de 500 personas. La mayoría de los colonos escoceses eran educados, sabían leer, escribir y aritmética básica y conocían la literatura nacional escocesa. Muy apegados a las raíces de la madre patria, se mantuvieron unidos por la fe, se casaron entre ellos y retuvieron y reconstruyeron elementos culturales de su lugar de origen. Era común escuchar en la colonia la música de las gaitas, verlos bailar danzas típicas escocesas con sus distintivas polleras y todos los domingos asistían al servicio religioso presbiteriano.

Imagen 3: Plano de Mensura de la Estancia Santa Catalina donde funcionó la Colonia de Escoceses / Fuente: Municipalidad de Esteban Echeverria. C. 1825 ca. 1825

Imagen 4: Santa Catalina, la casa de residencia de William Parish Robertson en la colonia Monte Grande / Fuente: Alrededor del año 1850. Dodds

A pesar de sus inicios auspiciosos, la colonia se disolvió al poco tiempo. Ya en el viaje en el Symmetry, como menciona uno de los colonos W. Grierson, aparecieron diferencias entre ingleses y escoceses y entre los granjeros y sirvientes. Estas rispideces se acentuaron en la colonia, como mencionan su nieta Cecilia Grierson y el escocés James Dodds. Una minoría dirigente formada por granjeros se consideraba superior y así se lo hicieron sentir a los otros colonos en una tierra que prometía igualdad y ascenso social. A su vez, sirvientes y labradores denunciaron que los granjeros no respetaron lo prometido en Escocia, los granjeros acusaron a los hermanos Robertson de no cumplir con lo acordado, mientras que aquellos denunciaron al gobierno local de no asistirlos financieramente. En este contexto, muchos sirvientes y labradores abandonaron la colonia al poco tiempo de asentarse.

Imagen 5: Hugh Robson. Uno de los pasajeros del viaje de la fragata The Symmetry. / Fuente: Archivo Histórico Club San Andrés de Ex Alumnos, alrededor del año 1850

Además, la colonia resultó ser poco rentable, los ingresos que generaba no eran suficientes para cubrir los costos de su instalación. Quizás, como sugiere Dodds, esto fuera consecuencia del conocimiento imperfecto que los colonos tenían de la tierra, sobre sus temporadas y las costumbres del país lo cual los llevó a intentar reproducir localmente las formas de producción escocesas. Nada tenían que ver las vacas lecheras domesticadas escocesas con las cimarrones que encontraron en la pampa. A su vez, su producción de manteca y crema inundaron el mercado local (la ciudad de Buenos Aires y las ciudades aledañas, como Chascomús o San Vicente) ante una población más acostumbrada al consumo de aceite.

Las dificultades financieras se agravaron porque los hermanos Robertson se apartaron del contrato original al rechazar las tierras provistas por el gobierno y en su lugar adquirieron tierras cercanas a la ciudad, incrementando los costos de instalación de la colonia.

A estas dificultades internas se les sumaron factores externos, como las sequías de 1828/1829 y la disputa con el Brasil por el control de la Banda Oriental. Los gobiernos locales no pudieron brindar el apoyo financiero para consolidar la colonia, mientras que la tierra donde estaba ubicada fue arrasada por las luchas entre unitarios y federales y los colonos fueron víctimas de robos y asesinatos.

Imagen 6: Sobrevivientes del Symmetry y la Colonia de Monte grande / Fuente: Foto tomada frente al «Salon Robson», Chascomus. De izquierda a derecha: Euphemia Kidd y las tres hermanas Rodger (Christina, Jane y Bella), 1910

Para 1829 la colonia se había disuelto y sus fundadores estaban económicamente devastados. No obstante, esto no implicó el fracaso para los colonos, algunos se instalaron en la ciudad como constructores y artesanos, otros arrendaron tierras en campos circundantes. Muchos lograron prosperar erigiendo importantes empresas de transporte (como la de los White o Bell) o estancias (como los Robson, Brown, Grierson o Graham), otros retornaron a su patria de origen y algunos cayeron en el alcoholismo y la desolación.

Sugerencias bibliográficas

  • Dodds, James, Records of the Scottish Settlers in the river Plate and their Churches, Buenos Aires, Grant and Sylvester, 1897.
  • Grierson, Cecilia, Colonia de Monte Grande. Primera y única colonia formada por escoceses en la Argentina, Buenos Aires, Taller Jacobo Peuser, 1926. ​
  • Hanon, Maxine, Diccionario de Británicos en Buenos Aires, Buenos Aires, Gutten Press, 2005
  • Stewart, Iain A. D.,Two accounts by early Scottish emigrants to the Argentine. From Caledonia to the Pampas, Trowbridge, Cromwell Press, 2000.

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