Guardado en una esquina de la exhibición «Para todos los Hombres del Mundo» encontramos un objeto que llama la atención por su tamaño y funcionalidad. Si el visitante se acerca a este objeto puede interactuar con él. A través de un par de auriculares que acompañan a esta radio podrá escuchar la icónica voz de la actriz argentina Niní Marshall, una figura que condensa el vínculo entre la inmigración, los imaginarios sociales sobre los distintos grupos migratorios y el papel de los medios de comunicación. A partir de la década de 1920, cuando se llevó a cabo la primera transmisión, la radio se convirtió en un medio de comunicación central para la sociedad como fuente de información y entretenimiento cotidiano. Para los inmigrantes, la radio fue una forma novedosa de vincularse con la cultura, el lenguaje y la idiosincrasia local y al mismo tiempo un medio para mantenerse al tanto de lo que ocurría en Europa. En las décadas de 1930 y 1940 y especialmente en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, las principales potencias pelearon por captar la atención de la audiencia a través de sus boletines internacionales cuando comenzó a evidenciarse el poder de los medios masivos de comunicación. El Servicio Latinoamericano de la BBC es un ejemplo elocuente de la ambición de llegar a un público masivo a través de la radio.
Para los inmigrantes, la radio fue una forma novedosa de vincularse con la cultura, el lenguaje y la idiosincrasia local y al mismo tiempo un medio para mantenerse al tanto de lo que ocurría en Europa. En las décadas de 1930 y 1940 y especialmente en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, las principales potencias pelearon por captar la atención de la audiencia a través de sus boletines internacionales cuando comenzó a evidenciarse el poder de los medios masivos de comunicación. El Servicio Latinoamericano de la BBC es un ejemplo elocuente de la ambición de llegar a un público masivo a través de la radio.
Radio. La exposición “Para todos los hombres del mundo”. Museo de la Inmigración Museo de la Inmigración.
Si observamos la escena local, dentro de la radiofonía argentina y su nueva industria del entretenimiento, Niní Marshall, cuya voz se puede oír a través de la propuesta interactiva del Museo, se destacó por construir entrañables personajes.
A través de segmentos de humor dentro de los afamados “radioteatros”, esta actriz retrataba a mujeres de distintas colectividades y así fue que la radio se convirtió también en un modo de representar a los inmigrantes a través de la ficción y mostrar cuales eran los estereotipos que circulaban sobre las comunidades de inmigrantes. En esta radio del Museo de la Inmigración se puede escuchar hablar a algunas de estas inmigrantes ficticias. Cándida, por ejemplo, se inspiraba en una inmigrante gallega verborrágica que era corregida constantemente por su modo “incorrecto” de hablar el castellano y por su escasa instrucción. Catita Pizzafrola, por su parte, era una emblemática joven que mostraba mucho carácter y provenía de una arquetípica familia italiana de un conventillo de Buenos Aires. A través de ella podía percibirse cómo la sociedad local veía a los italianos que desde hace décadas se asentaban en la Argentina. Los programas de la Radio Municipal en los que Marshall comenzó a encarnar a estos personajes gozaban de un éxito rotundo que se reflejaba en altos niveles de audiencia. Estas imágenes e ideas sobre la inmigración también se popularizaron en la pantalla grande cuando personajes como Catita y Cándida llegaron al cine.
Por otro lado, es insoslayable el papel que tuvieron los inmigrantes como empresarios y directores de proyectos artísticos y empresariales para el desarrollo de los medios de comunicación masivos en Argentina. Por parte, el español Antonio González Pulido, es recordado como un precursor de los radioteatros en Argentina, este inmigrante escribió y dirigió numerosas obras que llegaron a ser muy populares en la década de 1930, una época en que la radio despuntaba como el medio de entretenimiento privilegiado en la sociedad. El inmigrante judío Jaime Yankelevich fue uno de los emprendedores que contribuyeron al despegue y éxito de la radio local. Yankelevich es recordado por su gestión en la famosa Radio Belgrano y la creación de la primera Cadena Argentina de Broadcasting. Por otra parte, tanto él como otros miembros de su familia fueron quienes en la década de 1950 obtuvieron los recursos económicos y técnicos para instalar la televisión en el país.
Así es que este interesante objeto representa el vínculo estrecho entre la inmigración y la historia de los medios de comunicación en la Argentina. El museo invita a sus visitantes a interactuar con la radio de aquella época. Escuchar a Cándida, Catita y otros personajes que hablan de los inmigrantes, pero especialmente nos permiten imaginar cómo la sociedad argentina interpretaba el singular proceso inmigratorio que tuvo lugar en el país.